Ep.011 El amor no se mendiga
Recibir amor es uno de nuestros más grandes deseos o fines como seres humanos, y es por eso mismo que también puede haber una zona
Recibir amor es uno de nuestros más grandes deseos o fines como seres humanos, y es por eso mismo que también puede haber una zona
Es tan fuerte esta necesidad de dar y recibir amor, que literalmente nos lleva a muchos a cometer locuras. Locuras que no siempre son sanas, o que incluso terminan en la denigración de nuestra persona.
La infidelidad, en la mayoría de los casos, no sucede de la noche a la mañana. Y por lo general es una palabra que de
La fidelidad comienza por ser fieles a nosotros mismos. Comienza por serle fiel a nuestros sueños, ideales, principios y valores; a lo que queremos ser y a lo que ya decimos que somos; a nuestra identidad y a eso de lo que estamos hechos.
Hay cosas súper básicas para detectar si una relación es sana o no. Entre ellas hoy tomamos tres: el respeto, la confianza y la gratitud, y nos fuimos desmenuzando una por una. Increíblemente, aunque suenen a palabras muy simples y conocidas, al profundizar en ellas nos podemos llevar grandes sorpresas.
Nosotros creemos firmemente que el respeto es de las cosas más básicas y esenciales en una relación, y creemos que, si el respeto se rompe, todo lo demás está en gran peligro.
El problema es que muchas parejas ven el respeto como algo muy superficial.
Hay cosas muy simples que harían mucho más fácil el proceso de adaptarse cuando nos casamos o decidimos vivir con nuestra pareja, pero son cosas
Esto del proceso de adaptarse a vivir ya bajo un mismo techo con tu pareja, puede tornarse algo complicado. Sobre todo en cuestiones de tiempos, distribución de tareas y responsabilidades, y cosas por el estilo. O bueno, al menos a nosotros sí nos pasó, y por eso decidimos tocar este tema.
No es un secreto que si miramos entre las piernas, nos daremos cuenta que hombres y mujeres somos diferentes. El detalle es que no somos
Hay estudios muy interesantes que han demostrado que las diferencias entre el hombre y la mujer no está solo en las hormonas, los órganos sexuales o el físico y la musculatura, sino también desde la forma en cómo el cerebro funciona.